
El Control Visual es una técnica sumamente versátil e intuitiva que nos permite disponer de información útil en el lugar y momento apropiados, mejorando así la toma de decisiones. Esta información debe ser fácil de obtener y comprender, por lo que se utilizan sencillos sistemas de señalización y símbolos, prescindiendo de la utilización de textos extensos.
En la actualidad, existen muchos sistemas de control visual estandarizados que podemos aplicar a nuestros procesos. La mayoría de ellos proviene, como no podía ser de otra manera, de la industria japonesa. En muchos casos se requiere de una dosis de creatividad, de diseño deliberado. Con ideas sencillas se pueden lograr sistemas de visualización que resulten útiles para cualquier necesidad.
Control visual y 5 S
La famosa técnica de las 5 S utiliza numerosas herramientas de control visual. El concepto de orden y limpieza que busca promover la metodología, se basa en aspectos relacionados a la mejora visual. 5 S tiene como fin último la obtención de espacios de trabajo que contengan solo lo necesario para cada actividad, y en un orden determinado. Esto reduce drásticamente el ruido visual de contar con material, mobiliario o herramientas que puedan resultar innecesarios para nuestra labor diaria. Los objetos que precisemos utilizar en un momento determinado deben ser de fácil y rápido acceso. Para esto, existen muchas herramientas que facilitan la ubicación de los objetos. «Un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugar», tal como reza su lema principal. Un ejemplo típico de aplicación de control visual en 5 S es el shadowboard o «tablero de sombras» en donde cada herramienta posee sombreado su contorno. Cada una tiene un lugar (y solo uno) asignado. Esto permite ubicar rápidamente cualquier herramienta que precisemos y, al momento de devolverla, saber exactamente dónde colocarla para un uso futuro. También podemos reconocer a simple vista un faltante, un dato que puede ser de extrema utilidad. Funciona, así, como un sistema poka-yoke.
Andon
Uno de los sistemas más utilizados en los procesos productivos es el andon. Andon (行灯) es el nombre de las tradicionales lámparas japonesas de papel. Dado que el sistema utiliza principalmente luces de diferentes colores para indicar estados del proceso, toma este nombre tan representativo de la cultura nipona. El código utilizado para identificar cada estado es definido por los usuarios. Andon funciona como un semáforo en el que cada color tiene un significado. Por ejemplo, podemos definir al verde o blanco como indicación de funcionamiento normal del proceso, al rojo como un problema, ya sea de detención del proceso, como de problemas de calidad o seguridad, o falta de materia prima. Le damos el sentido que deseemos, siempre y cuando todos conozcan el significado de cada color. Esto permite una rápida visualización del estado del proceso y habilita a quien corresponda a tomar las acciones que sean necesarias. Como ocurre con los semáforos en las calles: existe un consenso universal de acuerdo al significado de cada color, y qué acción se puede realizar en cada caso y cuál no. En procesos con alto nivel de automatización, se puede utilizar únicamente como visualización ya que las decisiones las tomaría el sistema de manera autónoma, además dejar registro de los eventos e informar por algún medio eléctronico a algún responsable que no se encuentre físicamente en planta. En todos los casos, los sistemas andon deben estar ubicados de manera estratégica para que sean siempre visibles desde los puestos que precisen tener acceso a esta información. Pueden acompañarse de señales audibles para reforzar la atención.

Los sistemas de visualización tipo andon pueden ser combinados en paneles o pantallas con información de tipo numérica o gráficos para representar, por ejemplo, indicadores clave de desempeño (KPI). Siempre respetando la esencia principal del control visual en donde la información debe ser fácil de interpretar. Esa interpretación debe ser, además, objetiva. Cualquier persona que observa una señal debe entender lo mismo, sin lugar a la ambigüedad.
Kanban y Just In Time
En los sistemas de producción tipo pull, como Just In Time, se suele utilizar un método de control visual basado en tarjetas. Se lo conoce como kanban. A través de simples tarjetas de fácil interpretación se puede realizar un seguimiento del estado de cada parte del proceso y las necesidades intermedias. Por ejemplo, un paso que requiere material de un paso anterior, solicita un cierto número de piezas para procesar. A través de una tarjeta le «avisa» al paso anterior qué necesita. Esta comunicación entre etapas del proceso permite que el sistema funcione armónicamente de acuerdo a la demanda. Se produce solo lo que se precisa y en el momento adecuado. Ni antes ni después.
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