
La atención al cliente es uno de los aspectos más importantes que las empresas deben cuidar. El público espera que las grandes organizaciones brinden una respuesta oportuna a sus requerimientos. Por eso, la estrategia que se ha impuesto en años recientes consiste en crear relaciones sostenidas y duraderas en el tiempo.
¿En qué piensas cuando escuchas el término atención al cliente? Puedes pensar que se trata de la manera en que el personal se desempeña al momento de vender un producto o prestar un servicio. Esta idea es la más difundida, puesto que algunos enfoques consideran que lo importante es convencer al cliente de comprar cualquier solución que ofrece la marca que representas.
El concepto de atención al cliente ha evolucionado a lo largo del tiempo. Y contrario a lo que puede pensarse, no se limita a las transacciones de compra y venta. Se trata de la forma en que las organizaciones productivas se relacionan con las comunidades, con las personas y con el entorno para formar parte de los procesos que se llevan dentro de la sociedad.
La atención al cliente es un proceso complejo, que pasa por identificar al cliente potencial y elegir la manera en que la empresa se relacionará con este a lo largo del tiempo. Entonces, la atención al cliente va más allá del simple intercambio comercial y se interesa por las personas más cercanas a la empresa: los clientes.
Bajo este enfoque, es importante entender que la empresa debe brindar ese valor añadido en todas las relaciones que mantienen con los clientes. Una buena atención al cliente se origina al saber escuchar, comprender quiénes se acercan a la compañía, cuáles son sus necesidades, cómo ven el mundo, de qué forma los productos y servicios que ofreces pueden mejorar su existencia y qué ideas son más importantes para ellos.
Durante el proceso de venta, es importante que el cliente se sienta guiado y se tome en cuenta sus necesidades y ayudarlo a escoger la solución que mejor se adapte a sus condiciones personales. En este sentido, se debe practicar la escucha activa, comprender el fondo del mensaje para lograr la empatía y el entendimiento mutuo. De esta forma, el cliente sentirá que la compañía lo toma en cuenta, se preocupa por él y es capaz de ponerse en su lugar para brindarle calidad y satisfacción.

Obviamente, la comunicación no termina con la venta. Es posible que el cliente tenga preguntas, se esté adaptando a las nuevas soluciones que ha adquirido, o quiera conocer las novedades de la temporada. En este caso, es importante hacer el seguimiento luego de concretar la negociación, para conocer si se han cumplido o no las expectativas del cliente. Este es un espacio vital para recibir retroalimentación positiva y conocer aquellos aspectos que se pueden mejorar, así como reforzar los puntos débiles que no han sido considerados hasta el momento.
En Ifadesa, entendemos que el cliente es la prioridad, y por eso te ofrecemos el curso de Atención al cliente y servicio al cliente. Contamos con un novedoso sistema de enseñanza, que te permitirá mejorar los procesos de comunicación con tu público objetivo. Además, una vez que hayas finalizado el ciclo de formación, tendrás más herramientas para escuchar y comprender las necesidades del público, así como vender efectivamente y construir relaciones positivas sólidas con tu mercado. Haz click en el siguiente enlace, y conoce el contenido de nuestro de nuestro curso.
Es por ello, que las empresas líderes se toman en serio el trabajo de conocer a sus clientes potenciales, pues de esta manera pueden desarrollar canales de comunicación con el público, lo que les permite contar con información clave para mejorar sus procesos internos.
Y tú, ¿crees que la atención al cliente es fundamental para el desarrollo de tu empresa? ¿Cuáles son las prácticas positivas en el servicio al cliente? ¿Crees que estos principios pueden aplicarse a las organizaciones y empresas que operan en Panamá? Te invitamos a dejarnos tus comentarios en la casilla de comentarios, y así formarás parte de la comunidad de Ifadesa.